TRABAJO
Es el factor más importante del sector productivo. Es el hombre
incorporado a la empresa. Ya que sin el esfuerzo del hombre el factor tierra no
rendiría sus frutos y por ende el factor capital no podría existir, Ya que el
mismo implica la incorporación de un esfuerzo humano con el objeto de producir
un bien que por sí mismo no es capaz de satisfacer directamente una necesidad
humana.
Es
aquello que está destinado a satisfacer una necesidad y son escasos.
POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE
ACTIVA: Conjunto de personas de más de 12 años que
desempeñan una ocupación, o Bien, si no la tienen, la buscan activamente.
POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA: Llámese así a la parte de la población
total que participa en la producción económica. En la práctica, para fines
estadísticos, se contabiliza en la PEA a todas las personas mayores de una
cierta edad (12 años, por ejemplo) que tienen Empleo o que, no teniéndolo,
están buscándolo o a la espera de alguno. Ello excluye a los pensionados y
jubilados, a las amas de casa, estudiantes y rentistas así como, por supuesto,
a los menores de edad.
Si se calcula el porcentaje entre la PEA y la población total se
obtiene la tasa de actividad general de un país. Cuando un país tiene altas
tasas de Crecimiento demográfico la tasa de actividad suele ser baja, pues
existe un alto número de menores de edad y estudiantes en relación al total.
Ello ocurre frecuentemente en los países menos desarrollados, como Producto de
la llamada transición demográfica, constituyéndose en una traba para alcanzar
un mayor Crecimiento económico, pues las personas que laboran tienen que
producir -directa o indirectamente- para un gran número de personas que no
generan Bienes.
FORMAS DE TRABAJO
Intelectual: es el trabajo, cuyo trabajador requiere una formación técnica o
universitaria para poder ejecutar eficientemente su actividad.
Manual: Requiere un mínimo
adiestramiento. Es trabajo puramente físico.
DIVISIÓN DEL TRABAJO (NACIONAL E INTERNACIONAL)
Trabajador a tiempo completo: Trabaja 8 horas diarias, 40 semanales.
Trabajador a medio tiempo: Trabaja 4 horas diarias o el equivalente a 20 semanales.
Trabajador a tiempo
convencional: trabajo por horas.
Tiempo completo dedicación
exclusiva: trabaja 8 horas diarias, 40 semanales pero
no puede tener trabajo en sus días libres en otra empresa. Ej.: Laboratorios.
Estos no pueden trabajar con la competencia.
Destajo: (En inglés: piecework) Trabajo cuya remuneración es función de las
unidades o cantidad producida y no del tiempo empleado. Baja los costos de
producción. Sin prestaciones sociales.
Maquila: Una maquiladora es una empresa que importa materiales sin pagar
aranceles; su producto se comercializa en el país de origen de la materia
prima. El término se originó en México, país donde el fenómeno de las
maquiladoras está ampliamente extendido.
La mayoría de estas fábricas están situadas en ciudades mexicanas de la
frontera con Estados Unidos, principalmente Tijuana, Ciudad Juárez, Reynosa y
Heroica Nogales. Estas compañías deben trabajar bajo el programa de maquila,
requiriendo que todos los productos sean regresados a su país de origen. El
capital de las maquiladoras suele ser íntegramente extranjero, generalmente las
propietarias son compañías estadounidenses, aún cuando existen importantes
empresas japonesas y coreanas y de muchos otros países establecidos en el
cinturón fronterizo cuya matriz con fines fiscales, comerciales y publicitarios
está establecida en Estados Unidos. También muchas empresas maquiladoras son de
capital mexicano.
El establecimiento del decreto de maquila iniciado en el año 1965 fue
en gran parte debido al fin del Programa Bracero, el cual se instituyó durante
la Segunda Guerra Mundial con la intención de que extranjeros afines a la
política de Estados Unidos suplieran los brazos de los ciudadanos
estadounidenses que partieron al frente de guerra, cosa que permitió que
trabajadores agrícolas mexicanos encontraran trabajo agrícola temporal en los
Estados Unidos. El final de este programa en 1964 aumentó el índice de
desempleo en la región fronteriza.
Condiciones laborales: A los trabajadores se les paga salarios muy
bajos (a menudo no es un salario digno), viven en condiciones de pobreza, y
tienen escasa seguridad laboral.
EL MERCADO DE TRABAJO
Mercado
Laboral (no se consume mano de obra).
El
mercado de trabajo, determinado por la oferta y demanda del mismo. La demanda
de trabajo de las empresas es mayor a medida de que disminuye el nivel de
salarios, mientras que la oferta de trabajo de los trabajadores aumenta al
incrementarse dichos salarios.
En un
mercado laboral puramente competitivo, el empleador individual debe aceptar las
condiciones de salarios que imperen en el mercado. Este empleador no fija los salarios,
su problema consiste en determinar cuántos obreros adicionales pueden contratar
a un salario dado. La respuesta a esta interrogante pasaría a depender del
producto marginal que cada trabajador adicional pueda aportar.
La función de demanda de trabajo (solicitud de trabajo por parte
de las empresas) tiene pendiente negativa respecto al salario:
Cuanto más bajo sean los salarios reales más trabajo demandarán las
empresas
DEMANDA: los
agentes económicos.
-
Si el salario es bajo, mayor es la
demanda
-
Si el salario es alto, menor es la
demanda
-
Inversamente proporcional.
Mientras que la oferta de trabajo tiene pendiente positiva respecto
al salario:
OFERTANTE: las familias
(trabajadores)
-
Si el salario es alto, mayor es la
oferta.
-
Si el salario es bajo, menor es la
oferta.
-
Directamente proporcional.
Cuanto más elevados sean los sueldos, la gente querrá trabajar más.
El equilibrio en el mercado de trabajo viene determinado por el punto
de cruce de las dos curvas anteriores.
Dos de las principales escuelas de pensamiento económico, la escuela
clásica y la escuela keynesina, discrepan sobre cual es la situación
en la que se encuentra habitualmente este mercado:
Según la escuela clásica el mercado de
trabajo está siempre en situación de pleno empleo. Esto se debe a que los
salarios son sensibles a la baja: si hay desempleo los salarios tienden a bajar
(los parados estarán dispuestos a trabajar por menos dinero). Esta disminución
de los sueldos lleva a las empresas a contratar más mano de obra, haciendo que
el paro desaparezca.
Según los keynesianos, el mercado de trabajo no está siempre en situación de pleno empleo,
sino que puede existir paro. Esto se explica porque los salarios a corto
plazo son rígidos a la baja: aunque haya desempleo los sindicatos no van a
aceptar una bajada de sueldos lo que impedirá que aumente la demanda de
trabajo.
En todo caso, el punto de equilibrio en el mercado de trabajo, aquel
donde se cortan la oferta y la demanda (ya sea el de pleno empleo o no),
determinará el número de personas que van a participar en el proceso
productivo.
La demanda de trabajo está compuesta por las empresas o empleadores,
que compran servicios. La oferta de
trabajo se compone por los trabajadores, quienes venden su servicio. La interacción de ambas determina los salarios
en el mercado laboral, aquél donde los individuos intercambian servicios.
Podemos clasificar el mercado en trabajo primario, donde los salarios
son altos y la rotación es baja; y en trabajo secundario, donde los salarios
son bajos y la rotación es alta. Para
garantizar el funcionamiento del mercado primario se acostumbra mantener
salarios altos; sin embargo, la buena paga puede mantener, más no asegura, la
eficiencia y motivación constante de los trabajadores.
Hoy en día, la oferta y demanda de trabajo se puede comparar con la
compra y venta de productos, ya que a medida que la oferta aumenta, la demanda
baja su precio, en este caso el salario y viceversa. Los trabajadores prefieren trabajar cuando el
salario es alto y las organizaciones prefieren contratar cuando el salario es
bajo, pero a su vez exigiendo altas competencias.
Hoy en día la formación profesional es un factor primordial tomado en
cuenta por las empresas para la
contratación de personal, junto con las habilidades necesarias, exigen la
experiencia en el campo de trabajo.
La demanda de trabajo
Las
empresas solo demandaron trabajo cuando les sea rentable. Es decir, que las
empresas estarán dispuesto a contar más trabajadores, siempre que ello les
produzca más ingresos que gastos, o lo que es lo mismo, que el valor de lo
producido por cada trabajador adicional sea mayor que el costo en que incurre
al contratarlo.
Ese
valor adicional producido es lo que los economistas denominan el producto
marginal del trabajo. El producto marginal de un factor es el aumento del
ingreso que obtendría la empresa utilizado unidad adicional del mismo. Dicho de
otro modo, el ingreso marginal de una empresa muestra el aumento del ingreso
que genera un incremento de la producción en 1 unidad. El producto marginal del
trabajo muestro el incremento de la producción que se obtiene mediante un
aumento de la cantidad de trabajo en 1 unidad.
La demanda en el mercado de trabajo representa la cantidad de
trabajadores que las empresas o empleadores están dispuestas a contratar.
Las empresas necesitan trabajadores para poder desempeñar su actividad
y obtener el máximo beneficio a través de la venta de los bienes y servicios
que producen. Para ello demandan fuerza de trabajo en el mercado y estarán
dispuestas a contratar trabajadores siempre que los ingresos que consigan por
su labor sean mayores que el salario que les tiene que pagar. Por tanto, si el
salario es muy alto, sólo se contratará a unos pocos, siguiendo el principio de
que el ingreso marginal de los trabajadores es decreciente en función del
número de trabajadores contratados (se contratarían los más necesarios para el
funcionamiento de la empresa) y de que en el caso de salarios sean muy altos
habrá menos empresas dispuestas a operar en el mercado por cuestión de
rentabilidad.
En sentido contrario, en un mercado en el que los salarios son bajos,
se puede contratar a más trabajadores aunque estos produzcan menos cantidad de
bienes en el mismo tiempo.
La oferta de trabajo
La
oferta de trabajo en un momento dado está determinada por tres factores:
1)
El número de trabajadores
potenciales
2)
Horas de trabajo por trabajador
3)
Intensidad del trabajo
Muchos
factores pueden incidir en la oferta de trabajo, sin embargo, a corto plazo, el
factor que más incide en la oferta de trabajo es el salario.
Al
respecto cabe mencionar que la oferta de trabajo no depende del nominal, sino
del real. Salario nominal es el número de bolívares que un trabajador gana por
hora o por día. El salario real es la cantidad de bienes que el individuo puede
comprar con su salario nominal.
También existen distorsiones del mercado laboral (pag 102
fundamentos de la teoría económica)
Monopolio:
el ofertante de producto es uno solo (sindicato) y muchas empresas demandantes.
Oligopolio:
pocos ofertantes y muchas empresas demandante.
Monopsonio:
existencia de un solo demandante de trabajo (gobierno
Oligopsonio:
la presencia de muy pocas empresas demandantes y muchos ofertantes.
LAS RELACIONES DE OFERTA Y DEMANDA Y LA TASA DE SALARIOS
Siendo invariable la curva de demanda para un tipo particular de
trabajo basada en el producto monetario marginal, la oferta de este tipo de
trabajo y las condiciones del mercado de competencia pura, el salario básico se ajustara al nivel en que
la oferta y la demanda sean iguales, como se ajustara al nivel en que la oferta
y la demanda sean iguales. A cualquier precio más alto, algunos trabajadores no
podrán conseguir trabajo y pedirán salarios más bajos hasta que todos puedan
ser empleados. Si el nivel de salarios
está por debajo del equilibrio de la oferta y la demanda, la demanda de
trabajadores excederá la oferta y el salario subirá por la competencia de los
empleadores. Cuando se establece el
equilibrio, el salario es igual al producto monetario marginal del tipo
particular de trabajo que busca trabajo a ese salario, ocupados. Dado el nivel general de precios, el nivel
del salario real se determina por el nivel del salario monetario.
Este análisis se basa sobre distintos supuestos simplificados, que
deben ser señalados:
1. Competencia pura en el mercado de trabajo y, en consecuencia,
ausencia de sindicatos obreros, por un lado, y de dominación monopsonica de los
salarios, por el empleador, por el otro.
2. Productividad de los trabajadores independiente de los salarios que
se pagan.
3. Incitación positiva de la curva de oferta del trabajo.
4.
Nivel general de precios de los artículos invariable; en consecuencia, un
cambio en los salarios en dinero determina un cambio similar en los salarios
reales.
Demanda
total por los artículos invariable, independiente de los salarios pagados.
INTERRELACIONES DE SALARIOS
Relación
de salarios y grado de especialización. (Pirámide invertida)
LA REMUNERACIÓN DEL TRABAJO: EL SALARIO
Por salario se entiende la remuneración que percibe el conjunto de los
agentes económicos que integran el factor productivo “trabajo”. Incluyen la
contraprestación que por el aporte de su esfuerzo reciben todos los empleados
de diversas categorías, comprendidos entre ellos los gerentes y administradores
de empresas ajenas, cuya retribución a veces se tiende a diferenciar bajo el
nombre de sueldo.
Conclusión: por salario se entiende la
remuneración de cualquier trabajo dependiente, sea manual o intelectual.
Es la remuneración anticipativa a la producción, periódicamente
recibida, establecida sobre una base contractual como debida por el trabajo
dependiente.
TRABAJO: Factor Productivo que consiste en el esfuerzo
humano aplicado a la producción de Riqueza.
Es el Factor Productivo básico, en el sentido que sin él no
es posible subsistir, ni satisfacer las necesidades humanas. Debido a que el
esfuerzo que entraña produce cansancio y requiere lapsos de descanso, la
cantidad de Trabajo es limitada, lo que hace que sea un Bien Económico.
El Trabajo humano describe el conjunto de servicios
productivos representados por el esfuerzo físico, las aptitudes y la habilidad
intelectual y artística del hombre.
Por ello el Trabajo es un concepto genérico, que engloba
aptitudes y esfuerzos de muy diversa índole, lo que difícilmente permite hablar
del Trabajo como si fuera homogéneo.
La remuneración de este factor es el salario, el cual se
determina en el Mercado del Trabajo.
Concepto Clásico
David Ricardo: el salario era el precio al
cual se vendía en el mercado la mercancía llamada trabajo. Dentro de sus
concepciones el problema era determinar la unidad de trabajo a la cual había
que aplicarle un precio.
¿Qué es
lo que determina el precio que debe de pagarse por cada unidad de trabajo?
Es el precio natural del trabajo, es el necesario para que los
trabajadores puedan subsistir y perpetuar su raza sin aumento ni disminución.
Tal precio, desde luego, tenía que estar vinculado al precio de los víveres y
de los bienes indispensables para las necesidades y comodidades que requiere el
mantenimiento del trabajador y de su familia.
Es imposible concebir que el valor en dinero de los salarios descienda
o permanezca estacionario, con un aumento gradual de os artículos de primera
necesidad, y por tanto, puede darse por cierto, en las circunstancias
ordinarias, que ninguna alza permanente en el precio de las cosas tendrá lugar
sin que se ocasione o le preceda una alza en los salarios.
Adam Smith: un hombre debe vivir siempre
de su trabajo y su salario ha de ser suficiente cuando menos para mantenerse.
Aun debe ser en la mayoría de los casos algo más que esto, ya que de otro modo
le sería imposible tener una familia y la raza de estos trabajadores no pasaría
a la siguiente generación.
Marx: Consideraba que el trabajo era una
mercancía. Posee como todas las demás mercancías un valor. Como se determina
ese valor. Es el valor de los medios de vida necesarios para asegurar la
subsistencia de su poseedor, el uso de la fuerza de trabajo es el trabajo
mismo. El comprador de la fuerza de trabajo la consume haciendo trabajar a su
vendedor. El producto del trabajo es propiedad del capitalista y no del
productor directo, es decir, del obrero. El capitalista paga, por ejemplo, el
valor de un día de esfuerzo de trabajo, es por tanto dueño de utilizar como le
convenga el uso de esa fuerza de trabajo, ni más ni menos que el de otra
mercancía cualquiera.
Salario vital:
R. Berrios: el salario que deberíamos obtener, para lograr satisfacer el mayor número
de necesidades. Aprox. 3 salarios mínimos actuales (2014).
Internet: El mínimo vital hace referencia el ingreso mínimo que requiere una
persona para solventar o cubrir sus necesidades humanas básicas como la
alimentación, vivienda, transporte, vestido, educación, salud, recreación entre
otras.
Una persona requiere de unas condiciones mínimas para vivir una vida
digna, sin restricciones y carencias básicas, muchas de ellas elementales hasta
en el mundo animal.
Esas condiciones mínimas que permiten un sustento digno de toda
persona, se supone que deben ser garantizadas por ese ingreso mínimo vital.
Ese mínimo vital no sólo debe considerar las necesidades de la persona
sino de su grupo familiar primario, entendido este como su pareja e hijos, que
en nuestro medio suele estar conformado por 4 personas.
En teoría el salario mínimo busca cubrir ese mínimo vital, algo que
parece no corresponder a la realidad. El salario mínimo actual escasamente
cubre las necesidades básicas de una sola persona, más no de su familia, de
modo que no se puede hablar que el
salario mínimo es igual o cubre el mínimo vital.
El salario mínimo no es otra cosa que aquel valor, topeo o monto mínimo
que un empleador debe parar a un trabajador, más no representa el mínimo vital.
Lo ideal, claro está, sería que el salario mínimo obedeciera al menos
en parte al mínimo vital.
Salario mínimo:
R. Berrios: El salario piso que establece
el Gobierno nacional como base salarial del país, se establece mediante decreto
ley, obligación de cumplir por todo el país.
Internet: es la remuneración
mínima establecida legalmente en un país o territorio para cada periodo laboral
(hora, día o mes), que los empleadores deben pagar a sus trabajadores por sus
labores.
Salario base: es la parte fija de la remuneración de los trabajadores, sobre dicha
base se suelen calculan las remuneraciones adicionales o al salario base se
suman otros complementos salariales, antigüedad -trienios-, peligrosidad,
productividad, comisiones, etc.
Salario nominal: es el salario expresado según el valor del dinero en un momento dado,
sin hacer referencia alguna al nivel de precios.
Salario real:
R. Berrios: es el salario que mide, el poder adquisitivo de los venezolanos. Está
directamente vinculado a los procesos inflacionarios. A medida que crece la
inflación, hay pérdida del valor real de la moneda, y por ende pérdida del
poder adquisitivo del salario.
Internet: es el salario teniendo en cuenta la capacidad adquisitiva del salario
nominal en relación con salarios anteriores, normalmente referidos a otros
años.
DESEMPLEO GENERAL
Ocupación plena: esta comprende la plena ocupación de los recursos económicos y que
todos los factores de producción se utilicen a su máxima capacidad productiva,
la economía habrá alcanzado el nivel óptimo de producción y de empleo. A este
nivel de ocupación plena todo movimiento de factores de factores de una
ocupación a otra no producirá efecto alguno en la producción total; puesto que
el producto marginal de cada uno de los factores es igual para las posibles
ocupaciones.
El desempleo que se conoce
como capacidad ociosa. Existe esta capacidad siempre que en el aparto
productivo existen equipos que no son utilizados por falta de mano de obra
apropiada, por insuficiencia en la demanda del producto, por fallos en la
provisión de materias primas o en la infraestructura en general, o por
cualquier otra cosa pertinente.
En este caso no solo se incurre en pérdidas, porque no se logra obtener
todo lo que se está en capacidad de producir, sino que se carga también con un
costo de oportunidad.
Desempleo clásico: Situación en la que el número de personas en edad de trabajar y con
deseo de hacerlo excede del número de puestos de trabajo disponibles. (En
inglés: classical unemployment) Situación en la que el número de personas que
demanda empleo sobrepasa las ofertas de trabajo existentes, debido a que los
elevados salarios reales atraen a un mayor número de desempleados a buscar
trabajo e imposibilitan a las empresas ofrecer más empleo.
Desempleo estructural: causado por un modelo económico del país. Desempleo causado por
cambios en la estructura de la economía, como aumentos de la demanda de mano de
obra en unas industrias y disminuciones en otras, que impide que la oferta de
empleo se ajuste a la velocidad que debería. Se diferencia del desempleo
friccional en que este último suele ser a corto plazo. Paro que se produce como
consecuencia de determinados desajustes estructurales en la economía de un
país, como son una distribución de la renta y la riqueza muy desigual, una
insuficiente industrialización, una baja productividad agrícola, una
administración pública poco eficiente, etcétera, que no desaparecerá mientras
estos desequilibrios o defectos estructurales no sean subsanados.
Desempleo coyuntural: (En
inglés: casual unemployment, frictional unemployment) Desempleo normal e
inevitable de una economía causado por la continua movilidad de las personas
entre unos puestos de trabajo y otros. Es temporal.
Desempleo voluntario: la persona está capacitada, hay puesto de trabajo pero no quiere
trabajar. Conjunto de personas con edad de trabajar que no están dispuestas a
ello por diversos motivos.
Desempleo involuntario: La persona está capacitada, quiere y necesita, pero no hay puesto de
trabajo. Situación prolongada de inactividad laboral provocada por causas
ajenas a la voluntad del trabajador y que impide su incorporación al mundo
laboral.
ECONOMÍA INFORMAL
Cuando los trabajadores que están en dicho sector, están al margen de
los derechos que por ley le corresponden; y generalmente las empresas en la que
laboran se encuentran al margen de los compromisos para-fiscales.
SECTOR INFORMAL: Parte de la economía de un país que está constituida
por trabajadores por cuenta propia y pequeñas empresas que no están integradas
plenamente en el marco institucional que regula las actividades económicas: en
el Sector Informal suelen no cumplirse las leyes del Trabajo ni otras
regulaciones sanitarias, de seguridad o simplemente burocráticas, que el Estado
impone al sector privado; tampoco se pagan -o no se pagan por completo-
diversos Impuestos y tasas que exige el fisco. El sector informal suele ser de
bastante amplitud en los países menos desarrollados, aunque tampoco es
despreciable en las economías más adelantadas, donde se le llama también
economía sumergida o subterránea y cuenta por lo general con una mano de obra
conformada en gran parte por inmigrantes ilegales.
La baja Productividad, el uso intensivo de mano de obra y el escaso
nivel de capitalización son característicos del sector informal; los salarios
suelen ser más bajos en los casos de inmigrantes no legales, pero los Ingresos
de los trabajadores por cuenta propia y de ciertos empresarios en pequeña
escala superan a veces ampliamente al salario promedio de un país.
Muchos de los trabajadores del sector informal no tienen un Trabajo
estable y regular, y sus Ingresos suelen ser afectados por fluctuaciones de
consideración. Por tal motivo, a una buena parte de ellos se los contabiliza a
veces entre los desempleados o se los califica de subempleados, especialmente
cuando las Estadísticas nacionales no utilizan instrumentos de recolección
suficientemente refinados. No obstante, pertenecen de hecho a la Población
Ocupada, pues a pesar de trabajar en mercados tan peculiares el aporte que
realizan a la economía nacional no es para nada desdeñable: en algunos casos el
Sector Informal llega a ocupar a algo más de la mitad de la Población
Económicamente Activa de un país, con contribuciones al Producto bruto que
oscilan entre un quinto y un tercio del total.
LA ROBÓTICA Y EL EMPLEO
Es la
sustitución de la mano de obra por la maquinaria, a los efectos de mejorar la
productividad, o sea, los trabajadores.
Tipo de
desempleo estructural causado por la implantación de nuevas tecnologías que sustituyen
a la mano de obra.
En 2004, los economistas Levy
y Murnane escribieron “Porqué el hombre todavía importa”, obra en la que ponían de relieve que el hombre era
insustituible aún en ciertas tareas, como por ejemplo la conducción de un
coche. La dificultad de replicar la percepción necesaria para automatizar el
giro de un coche en una calle congestionada era entonces impensable debido a la
multitud de factores que afectan. El conjunto de reglas necesarias para
describir dicho movimiento era, según Levy y Murnane, prácticamente imposible
de cerrar. Solo seis años después, Google anunciaba la modificación
satisfactoria de seis Toyota Prius, los cuales pasaron a ser plenamente
autónomos.
Los investigadores llevan
décadas preguntándose qué
consecuencias tendrá el desarrollo tecnológico sobre el futuro del empleo,
pero las respuestas son por ahora elusivas. La mecanización lleva produciéndose
de forma imparable desde hace dos siglos, pero ello no ha dado lugar a una
reducción del empleo, sino al contrario: el porcentaje de la población adulta
que se encuentra trabajando es hoy, en la mayoría de las sociedades, mayor que
nunca. La mecanización ha ido sustituyendo inexorablemente trabajo humano, pero
el hombre ha encontrado continuamente nuevas formas de ocupación, hasta el
punto de que el ritmo de creación de nuevas ocupaciones ha excedido al de
trabajos realizados por las máquinas. Sin embargo, ¿puede estar cambiando
alguna relación fundamental? Aunque una mayor mecanización no equivalga a una
mayor tasa de paro, ¿cuáles
serán las siguientes ocupaciones destruidas por una máquina?
Así, uno de los mejores
consejos laborales para la vida moderna es intentar prever con antelación qué
tipo de trabajos serán realizados en un futuro por las máquinas. Y un buen punto
de partida es el clasificar los posibles trabajos en dos dimensiones: por un lado,
aquellos que requieren tareas manuales frente a los que requieren habilidades
cognitivas; por otro, aquellos que requieren tareas rutinarias frente a las no
rutinarias. Hasta la fecha, los empleos en los que la carga cognitiva es más
elevada y en los que las tareas no son rutinarias son aquellos con menor riesgo
de que un ordenador o robot sustituya a una persona. Sin embargo, como permite
entrever el ejemplo de Google y la conducción automática, el desarrollo de los
campos de análisis masivo de datos, la estadística computacional y la
inteligencia artificial hacen pensar que incluso las tareas no rutinarias e
incluso con altos requisitos cognitivos puedan ser, en el futuro, realizadas
directamente por robots. De ahí la pregunta ¿qué
trabajos son susceptibles de ser automatizados y por tanto realizados por
robots?
Esta es la pregunta que
se han planteado tres investigadores del departamento de Ingeniería de la
Universidad de Oxford en su estudio “El Futuro del Empleo: cómo de susceptibles son nuestros trabajos a
la computerización”
(Benedikt y Osborne, Septiembre de 2013). Sus conclusiones son realmente
asombrosas: de unas 700 ocupaciones estudiadas para la economía estadounidense,
un total del 47% corren el
riesgo de desaparecer por
culpa del avance de la tecnología. En palabras de los autores, “según se
aproxima la carrera tecnológica, los trabajadores con baja cualificación se
desplazarán a tareas que no son susceptibles de computerización, porque
requieren creatividad e inteligencia social”. De hecho, la conclusión
principal de la investigación es que “para que los humanos ganen la
carrera tecnológica, deberán adquirir dotes creativas y habilidades sociales”.
Quizás la tecnología no
llegue a destruir empleo en términos absolutos, pero un amplio número de tareas
y trabajos corren riesgo de desaparecer, aunque otros nuevos aparecerán también
gracias a la tecnología. Y he aquí el problema inicial a la hora de debatir el
impacto de la tecnología en el empleo: el trabajo destruido es conocido hoy,
pero el potencial nuevo creado no es observable hasta el futuro. Se trata del proceso
denominado “destrucción creativa” (Schumpeter 1962): procesos de cambio
tecnológico que implican el cierre de empresas que pasan a ser obsoletas a
cambio de un mayor potencial de expansión para la economía en su conjunto, lo
cual conducirá en el futuro a nuevas oportunidades laborales, en tareas y
sectores hasta la fecha desconocidos.
La peculiaridad de la
“destrucción creativa” es que su análisis coste-beneficio conlleva un inevitable sesgo de percepción, ya que el coste
es presente y conocido (el desplazamiento que la tecnología hará en el sector
laboral actual), mientras que su beneficio es incierto y futuro. Un análisis
correcto del problema consistiría en “descontar” el futuro beneficio derivado
de la tecnología y enfrentarlo contra el coste presente.
Los economistas están de
acuerdo en que una invención que sustituye a trabajadores por máquinas tendrá
efectos sobre el resto de mercados de productos finales e intermedios. El
incremento en la eficiencia de la producción de un bien reduce su precio e
incrementará la renta real y por tanto la demanda de otros bienes. Por tanto, el cambio tecnológico se debe
analizar como el resultado de dos fuerzas contrapuestas: primero un efecto destrucción, en que los
trabajadores se ven obligados a cambiar de sector, y luego un efecto capitalización, en el
que las nuevas empresas entran en sectores en los que la productividad es
mayor, elevando el empleo.
El miedo a la tecnología no es ni mucho menos novedoso. En
1589, el clérigo británico William Lee inventó una máquina para tejer medias de
lana y seda, la cual sustituiría a las tejedoras manuales. Buscando una patente
de su invento, viajó a Londres y alquiló un edificio para instalar su máquina y
mostrarla a la Reina Isabel I. Para su sorpresa, la Reina se preocupó por el
impacto que dicha máquina podría tener en el empleo de su país y le denegó la
patente. Temía que sus pobres ciudadanos acabaran en la ruina y acabaran como
esclavos de las máquinas. La oposición al trabajo de Lee fue tan fuerte que
tuvo que abandonar Inglaterra.
El propio Keynes (1933) argumentaba que hasta la fecha
el factor humano había predominado sobre el capital por la capacidad de las personas de
adquirir más rápidamente nuevas habilidades mediante la educación. Sin
embargo, hoy vivimos un reto nuevo: a medida que las máquinas entran a competir
en el campo de las tareas cognitivas los humanos lo tendrán cada vez más
difícil para competir. ¿Veremos
un repunte en la tasa de desempleo natural por culpa de la tecnología?
La
carrera por el empleo
Históricamente, la mecanización comenzó sucediendo en las
tareas más rutinarias. Sin embargo, las máquinas están aprendiendo tareas no
rutinarias en las que no basta con un conjunto de reglas para determinar de
manera cerrada las funciones a realizar. Las herramientas de análisis
inteligente de datos tienen buena culpa de esto, y el resultado es que hoy
quedan menos parcelas en las que el hombre cuenta con ventaja sobre la máquina.
La clave del reciente
avance de las máquinas se encuentra en la
capacidad de recolección de datos. La disponibilidad de datos hace posible
descomponer tareas no rutinarias en pequeñas partes que la máquina es capaz de
anticipar. Las máquinas son hoy, por ejemplo, capaces de reproducir mediante
algoritmos la escritura manual: el ordenador puede, con la simple ayuda de
nuevos datos, replicar cualquier estilo caligráfico. No obstante, los proveedores únicos de datos
contrastados siguen siendo las personas, ya que las máquinas están muy
lejos de saber juzgar qué información es válida para aprender y automatizar una
idea. Duolingo, la
herramienta de traducción del investigador Luis von Ahn, es capaz de traducir
más rápido que un grupo de expertos aprendiendo de los textos que miles alumnos
teclean en su propio curso online de idiomas. Es decir, las máquinas organizan,
aceleran y depuran la capacidad de traducción de miles de humanos
desorganizados.
Otro buen ejemplo de la
importancia del ser humano cooperando con los ordenadores es el ajedrez. La realidad actual es
que mientras que los mejores ordenadores pueden batir a los mejores humanos,
éstos pueden ser batidos por humanos ayudados por ordenadores.
¿Cómo
podemos calcular qué trabajos desaparecerán?
Los autores del estudio
identifican tres habilidades que serían cuellos de botella para la hipotética
conquista de la tecnología: (1)
percepción y manipulación, (2) inteligencia creativa e (3) inteligencia social.
Tras re-organizar más de
700 tareas en las que una economía como la americana se puede desagregar,
estiman cómo evolucionará la tecnología a través de dichos cuellos de botella,
llegando a la conclusión de que, según
la importancia de estas habilidades en cada trabajo, existe mayor o menor
probabilidad de que una máquina sustituya en el mismo a una persona. El
resumen de resultados para una selección de trabajos es el siguiente:
Así, más de un 47% de la fuerza laboral de EEUU está en riesgo de
perder su empleo (definido
como probabilidad mayor al 70%) en un periodo de una o dos décadas debido al
cambio tecnológico. Y las tres habilidades que limitan el avance de las
máquinas sobre los humanos (la creatividad, la inteligencia social y la
percepción) pueden resumirse con bastante precisión en una palabra: intuición. Un claro ejemplo de
este tipo de intuición es el de Sebastian Thrun, antiguo profesor de la
Universidad de Stanford y actual director del área de Google encargada de la
construcción del coche autónomo, el cual comenzó a trabajar en dicha idea del
coche incluso antes de existir Google Maps. Antes de disponer de los datos, la
infraestructura y del sistema de mapas necesarios para construir los algoritmos
que conducirían un coche sin conductor, una
persona intuyó que este cambio era posible.
El estudio de Benedikt y Osborne intenta identificar el proceso de “destrucción creativa” que
está teniendo lugar en la economía, es decir, qué trabajos serán destruidos.
Pero el miedo a la mecanización de actividades no debe hacernos olvidar las
nuevas oportunidades que nacerán con el avance tecnológico (fase de
capitalización). Aunque hoy no las conozcamos, alguna mente humana creativa
está ahora mismo haciendo una lista de los nuevos
empleos que los humanos
realizarán con la ayuda de las máquinas en el futuro.
Artículo extraído de: http://www.sintetia.com/nos-quitaran-los-robots-nuestros-empleos/
GLOBALIZACIÓN Y MOVILIZACIÓN DEL FACTOR TRABAJO
Antes
el factor trabajo era estático.
Ahora
hace el uso de internet para buscar trabajo, haciendo uso de las redes.
La globalización de la economía aleja paulatinamente los resortes
íntimos del poder, del alcance del gobierno nacional y de toda otra estructura
limitada por las fronteras nacionales.
Ser local en un mundo globalizado es una minusvalidez. La movilidad del capital y de las
comunicaciones ha producido una compresión del espacio-tiempo en tal medida,
que bien podría hablarse de un fin de la geografía con bastante más propiedad y
menos frivolidad que del pretendido fin de la historia. Hoy, en el mundo globalizado, las elites son
móviles y de comunicación instantánea, o no son elites. Y todo esto ha dado una ventaja tremenda al
capital sobre el Estado y sobre el trabajo, ya que la movilidad casi
instantánea de que hoy disfruta el capital, contrasta con la necesaria
localización del Estado nacional y la cultural localización del factor trabajo
que por razones humanas, familiares y económicas, es infinitamente más
sedentario y arraigado que el capital. Así, la globalización contribuye a que
el poder político sea cada vez menos autónomo y que, en general, los
contrapesos nacionales pierdan parte de su eficacia; entre ellos, el Derecho
del trabajo y la acción sindical.
La competitividad de la empresa en el mercado global se convierte en el
bien supremo al que se subordinan los demás. Los intereses individuales son más
valorizados que antes, mientras que los colectivos tienden a perder prestigio.
La solidaridad pasa de moda y el egoísmo tiende a ser considerado como un motor
del progreso. La eficacia comercial justifica los medios. El Estado de
bienestar, que había cumplido una función de contención del comunismo y de
promoción del consumo nacional, ya no es considerado como necesario. El Derecho
laboral y la acción sindical pueden ahora, ser vistos como obstáculos al
desarrollo de la libre empresa. Por lo
demás, en la medida en que las nuevas tecnologías siguen sustituyendo mano de obra,
los trabajadores van siendo menos necesarios y disminuye su peso en la economía
y la política. De todos modos, llama la atención la entronización del
empresario, precisamente en el momento en que fracasa en su función social: la
de generar empleo.
Recuérdese que la denominación de empleador, que identifica a la parte
empresaria en las relaciones de trabajo, quiere decir el que da empleo, el que
emplea a otro, o sea, dador de trabajo. Vale recordar que Aquel sistema
tradicional tiene por eje una relación de trabajo que vincula al trabajador con
un mismo empleador por tiempo indeterminado. En efecto, a la relación de
trabajo clásica se ingresa (¿se ingresaba?) con vocación de continuidad.
Asimismo, ese ingreso se producía para desarrollar una tarea determinada,
claramente definida y a cambio de una remuneración preponderantemente fija.
Algunas de las características
de estas relaciones laborales posmodernas serían las siguientes:
En primer lugar, el “descentramiento” del trabajo. Con la priorización del
capital sobre el trabajo y la sustitución creciente de mano de obra por
tecnología, cada vez es posible producir más y mejor con menos número de
trabajadores. El trabajo es hoy, menos
necesario. Las consecuencias obvias y
naturales son el aumento del desempleo y la exclusión social. Porque la economía actual destruye puestos de
trabajo, pero la sociedad continúa basando la ciudadanía y la inclusión
sociales en el trabajo.
En segundo término, la segmentación de la mano de obra. La flexibilidad
productiva alienta la descentralización de la organización del trabajo, la cual
es facilitada por la desregulación o flexibilización del Derecho laboral. Crecen la informalidad y la tercerización, y
las empresas tienden a organizarse sobre la base de dos grupos bien
diferenciados de trabajadores: a) un
núcleo de trabajadores estables, protegidos, con buenas remuneraciones y
calificaciones, y b) una “periferia” inestable, precaria, rotativa, tercerizada
o informal.
En tercer lugar, la inestabilidad en el empleo, no solo -y muy
notoriamente- en esa periferia precaria y rotativa, sino incluso en el
conjunto, habida cuenta de la flexibilización o desregulación de la
contratación laboral y del despido, así como de la mayor sensibilidad de la
empresa a los avatares de la competencia internacional y de variables externas,
como los flujos de capitales especulativos.
Ya se dijo que la globalización de la producción, del comercio y de las
finanzas tiende a ubicar los centros de gravedad de los procesos de toma de
decisiones más allá del alcance territorial del Estado-nación y que va
acompañada de la compresión del espacio-tiempo, a tal punto que quienes deciden
e influyen deben estar dotados de movilidad y posibilidad de comunicación
instantánea (supra, párrafo 1).
Al mismo tiempo, una de las respuestas al proceso globalizador, ha
sido, en algunas partes, la regionalización económica, esto es, la construcción
de bloques de integración económica regional que tienden a ampliar el mercado
interno y a construir una unidad mayor que permita a sus miembros competir
mejor en el comercio internacional con el resto del mundo.
Ambos procesos -la globalización y la integración regional-, tienden a
exigir el redimensionamiento del sistema de relaciones laborales. En efecto, un sistema nacional de relaciones
laborales -lo mismo que el Estado nacional- se va revelando cada vez más
impotente para incidir en un terreno que está más allá de sus límites físicos.
La globalización y la regionalización suponen la internacionalización
(ya sea a nivel global o regional) del contexto de las relaciones
laborales. Y la internacionalización del
contexto exige la internacionalización de los actores y de sus relaciones. En otras palabras, la globalización y la
regionalización exigen y/o provocan la internacionalización de las estructuras
sindicales y de la acción sindical, en especial, de la negociación colectiva y
de la huelga.
Artículo extraído de:
http://intranet.oit.org.pe/WDMS/bib/virtual/coleccion_tem/relac_lab/glob_relac_laborales.doc
ESTA PAGINA ES MUY BUENA GRACIAS POR ESTAR EN LA RED ATENTA Y PRESTA A APOYANDO A LOS ESTUDIANTES
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